El Carnaval de Cajamarca
La Matarina
Cortesía: members.tripod.com/eoby/peru.htm Cajamarca, y su afamado Carnaval nos trae a la memoria su inconfundible melodía e ingeniosas y humorísticas letras.
Sus coplas inprovisadas y matarinas contienen también versos pícaros y amorosos, cantados a contrapunto.
Desde las diez de la mañana hasta las de la tarde del Domingo de Carnaval, el corso recorre la ciudad con el Rey Momo acompañado de las patrullas y comparsas, bailando y cantando por las calles. Por las noches los bailes de antifaces, noche de reinas, unshas, cortamontes y cuyadas son la diversión de los cajamarquinos y sus visitantes hasta la madrugada. Los carnavales cajamarquinos son ricos en expresiones culturales y tradicionales como por ejemplo, el concurso entre los 5 barrios de Cajamarca, que se alistan todo el año para la contienda musical. Los pueblos del interior exhiben en los corsos los productos que los hacen famosos: el vino de Cascas, las hortensias de Chugur, las chirimoyas de Cunish, las guitarras de Namora, las limas y naranjas de Coyna, los curanderos de Corisogorna, y los inigualables sombreros de Celendín y Asunción.
Cortesía: RCP
Cortesía: RCP El punto culminante es la entrada del Ño Carnavalón. Este festivo personaje, que marca el final del carnaval, y baja a la ciudad acompañado de comparsas, patrullas, cabezones, llenando el espíritu de alegría, huayno, marineras y cashuas, junto con alguno que otro ritmo moderno. Algo característico del corso carnavalesco son las Comparsas de payasos.
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